sábado, 17 de octubre de 2009

Galápagos


Cormorán no volador de las Galápagos (Phalacrocorax harrisi)
"Los seres humanos tenían entonces el cerebro mucho más grande que ahora, de modo que cualquier misterio podía seducirlos. En 1986 uno de esos misterios era cómo unas criaturas que no podían nadar grandes distancias habían llegado a las Islas Galápagos, un archipiélago de picos volcánicos al oeste de Guayaquil, separado del continente por un millar de kilómetros de aguas muy profundas, y muy frías, que venían del Antártico. Cuando los seres humanos descubrieron estas islas, ya había allí salamanquesas e iguanas, ratas de campo y lagartos gigantes, arañas, hormigas, escarabajos, garrapatas y ácaros, para no mencionar las enormes tortugas de tierra.
¿Qué medio de transporte habían utilizado?"


Así arranca la novela "Galápagos", del gran escritor estadounidense Kurt Vonnegut. ¡Qué suerte, haber encontrado una novela tan buena que tiene como trama una historia de evolución, en la que están presentes, en clave irónica, todos los iconos culturales en torno a la teoría de Darwin, y en la que los hechos biológicos tienen una gran importancia en el desarrollo argumental! Es una novela cínica, divertida, pesimista, lúcida, profunda, ácida... En ella se diseccionan sin piedad, como con el bisturí de un zoólogo, la naturaleza humana, los recovecos más secretos de la mente del hombre y de la mujer (que tienen motivaciones diferentes) y la absurda sociedad que hace la guerra y destruye el medio ambiente.


A mí, casi lo que más me ha subyugado de este libro es la original estrutura narrativa: constantemente se cuentan, junto a los hechos que ocurren, los que van a suceder en el futuro. Es una maravilla ir viendo el modo en que las profecías se van cumpliendo una a una y al final todo encaja perfectamente. Un recurso narrativo originalísimo es poner un asterisco a los nombres de los personajes que van a morir en el día que se está relatando, lo que introduce una gran tensión. Otro gran acierto es el personaje que narra la historia, alguien totalmente insospechado hasta el tramo final del libro. Además, Vonnegut se inventa una excusa perfecta para poder introducir citas de otros autores en el discurso de la novela.


Podéis saber qué les ha parecido este libro a Francisco José Súñer Iglesias y a Ceci.

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